3 de agosto 2007
Descubrimos Anjara y la parroquia
El complejo parroquial se compone de varios edificios: La iglesia parroquial Nuestra señora de la Anunciación, el Santuario de Nuestra Señora del Monte con sus soportales, el colegio, la casa de los sacerdotes con su huerto, la casa de las monjas, edificio de hospedaje, dos grandes patios con algunos edificios anexos.
El pueblo de Anjara tiene unos 14.000 habitantes, de los cuales unos 2.000 son cristianos (catolicos, ortodoxos, protestantes, ...) el resto son musulmanes.
Los cristianos tienen su propio barrio que se extiende básicamente en las inmediaciones de las iglesias catolica y ortodoxa. Hay pequeños comercios de abastecimiento básico, la mayoria de las casas son unifamiliares, aunque tambien vimos algún edificio de varias plantas, máximo 3.
Es un barrio tranquilo y bastante limpio, pudimos pasear por el con bastante tranquilidad. No encontramos ningún lugar público, ni parques, ni plazas.
Entendimos entonces la importancia que tiene la parroquia y el complejo parroquial, para estos ciudadanos es: su parque, su plaza, su sede social, su campo de futbol, su salón de juegos; el único lugar que tienen para encontrarse y divertirse.
Al irnos acercando a la mezquita comprobamos que comenzaba el barrio musulmán, allí es donde se encuentra el centro neurálgico del pueblo, hay pequeñas tiendas de todo tipo, la oficina de correos, un cafe Internet, alguna cafeteria, en fin donde los musulmanes hacen su vida social. Tambien vimos un campo de fútbol.Pasear por la zona musulmana no fue muy confortable, no por los adultos que nos trataron con muchisima amabilidad, pero llevar pegados a un grupo de niños que no te dejan ni caminar y ademas te van dando pataditas, estirandote de la camiseta, presentandote a todo lo que se encuentran en su camino, ... En fin, una verdadera aventura.
Ahi pudimos descubrir lo dificil que es la convivencia entre cristianos y musulmanes, cuando los niños cristianos no pueden acercarse al unico campo de fútbol, porque está en la zona musulmana y les tiran piedras, cuando los niños musulmanes no pueden acercarse por la zona de la parroquia pues los cristianos les tiran piedras también.
¿Que podriamos hacer para convertir estas piedras en balones o caramelos?
Sólo cuando consigan comprender que en el Dios que creen unos y otros es el mismo, que los pensamientos de los unos no son mejores que los otros sino diferentes, que la forma de vestir no importa y que lo importante es el respeto por las personas, entonces podran convivir tranquilamente.
Con el paso de los dias pudimos encontrar un rayito de esperanza, la Sociedad Al-amani: una cooperativa formada por 200 mujeres, cristianas y musulmanas unidas para crear, para sacar a sus familias adelante, todo un ejemplo de convivencia.
No podemos olvidarnos tambien de que al colegio parroquial, católico, asisten 180 niños de los cuales el 37% son musulmanes. Aunque en las clases se sientan normalmente por separado, es un paso para que este pueblo sea uno y no dos barrios separados por la religión.
Un gran camino por recorrer y un gran trabajo para los sacerdotes, hermanas y educadores que trabajan en este pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario